jueves, 13 de diciembre de 2012

AGENTE DE DESARROLLO, AGENTE DE EMANCIPACIÓN: EL ARDUO TRABAJO DE LA MUJER IRANÍ


         



















      Siempre se ha dicho que una imagen “es más valiosa que mil palabras” mientras buscaba información sobre Irán, la Revolución Islámica y el rol que desempeña la mujer iraní antes y después de ésta. Encontré un video emitido por una cadena de telenoticias que me hizo reflexionar sobre la situación de ésta y su infatigable lucha por conseguir cotas más de sus derechos fundamentales. El vídeo mostraba a dos jóvenes abordadas por la policía de la moral (dos mujeres cubiertas en su totalidad por un chador negro, escoltadas por un policía uniformado) a las cuales se les increpaba porque su velo se había deslizado y dejaba entrever parte del cabello de las chicas. Después de varios reproches por parte de las mujeres de negro, las dos jóvenes eran forzadas a subir a un coche policial, acompañadas por el miedo que genera esa incertidumbre que responde de mil maneras a la pregunta ¿Qué me pasará ahora?

        
Antes de hacer frente al grueso del artículo, me resultaba interesante dar a conocer este episodio de la vida cotidiana iraní. En un país donde la ayuda y la intervención de la mujer fue más que fundamental para el avance del proceso revolucionario. Numerosas mujeres salieron a la calle ataviadas con el Chador, como clara contestación anti occidental y colonialista, reivindicando su identidad cultural y nacional por un Irán Libre, tal fue su importancia que el Gran Ayatola Ruhollah Khomeini llegó a decir en uno de sus discursos que “las mujeres fueron las que hicieron la Revolución”. Pero esto fueron tiempos pasados y el papel de la mujer en la República Islámica ha avanzado en algunos ámbitos y otros como por ejemplo la vida política, la evolución ha sido de menor consideración, existiendo numerosas trabas y obstáculos que dificultan el camino en la carrera política.
        
Las diferentes restricciones que encuentra la ciudadana iraní, ya sea en la vida política o en la defensa de sus derechos, se han visto solventadas a través del camino del arte o la literatura. A lo largo de la historia podemos encontrar que los movimientos artísticos han sido excelentes canales de transmisión para infundir ideas de cambio: Ejemplo Delacroix y su obra Libertad guiando al Pueblo.

Escritoras, editoras y demás artistas iraníes han encontrado en el arte su verdadera herramienta política y garante de sus derechos y libertades. La mujer iraní no es una persona que carezca de cultura e instrucción académica, después de la Revolución crecieron los números de alfabetización femenina y las inscripciones en instituciones universitarias. La contribución de las mujeres a la producción económica, científica y cultural (literatura o cine) ha sido un instrumento fundamental para la sensibilización de las mujeres iraníes y su participación en el cambio social.
        
Estas artistas mediante una literatura comprometida, en donde se recrean historias ficticias para encarnar los sentimientos vividos por la mujer persa, entretejen sus identidades y opiniones abordando temas delicados como las diferentes fronteras existentes entre lícito y prohibido, puro y sucio, público y privado, y religioso y secular están forjando en las mentes de la sociedad iraní, incluso fuera de las fronteras del país persa, la realidad de los problemas que afligen la vida cotidiana de la mujer iraní.

La República Islámica se ha convertido en un país marcado por la combinación de medidas pragmáticas, políticas de desarrollo y de fuerte identidad cultural islámica, pero el periodo post revolucionario afectó a la vida cotidiana de la mujer. Se formó una nueva identidad basada en el islamismo y el nacionalismo, pero no se tomó en cuenta los problemas reales de sus compatriotas femeninas.

Creo que el equilibrio es existente y que tiene un contrato muy serio en materia política y social, pero la escasa visibilidad de la mujer iraní en el escenario político hace pensar que su compromiso es escaso o nulo. A pesar de todo, el alto nivel educativo que gozan las mujeres iraníes les han valido un puesto significativo dentro del campo de las artes y educación. Por lo tanto, el camino realizado por la vía artística es sólo es una alternativa para vencer las dificultades que ejerce  una sociedad patriarcal en la vida política, pero desde luego que el compromiso político adquirido por las artistas iraníes es bastante alto y bien fundamentado. Puesto que busca el apoyo y la consecución de los derechos de las mujeres. Derechos que deben alcanzarse en el marco de una sociedad igualitaria. En donde ha de propagarse el cambio social; particularmente las relaciones entre hombres y mujeres; entre el Estado y las mujeres y entre las propias mujeres.
        
Las obras de las escritoras persas no dejan de ser una constante manifestación en contra de las leyes regresivas y discriminatorias que imperan en el Estado. Leyes que parecen haber dejado atrás la importancia que jugó el rol de la mujer durante el proceso revolucionario. La producción de estas artistas y eruditas combinan esfuerzo con un emprendimiento que ofrece una visión del cambiante contexto institucional e ideológico y una llamada constante a la colaboración entre mujeres con el fin de superar los perjuicios y hostilidades que agravan su vida.

         La literatura y el cine han sido dos excelentes herramientas para la transmisión de los ideales de igualdad. Dos formatos que en los que se ha trabajo sobre temas tabú para la sociedad femenina iraní: religión, sociedad, política. Todos estos temas han sido mostrados al espectador desde las vivencias y experiencias propias y colectivas, así como las inquietudes de las mujeres (siempre guardando la identidad y el decoro necesario para burlar la censura)  mostrando la gran desigualdad de género que existe. La exposición de los problemas y desigualdades ha permitido la sensibilización necesaria de las mujeres iraníes para conseguir un aumento en la actuación en el campo del cambio social y político. Unas producciones que parecen tener clara una premisa referente: “Alentar a la mujer para penetrar en el mundo político, empresarial y poner fin a las luchas en materia de relaciones entre hombres y mujeres”
        
Cuando las escritoras abordan temas que superan los límites de las normas sociales del Estado Islámico, ellas utilizan personajes de ficción basados en estereotipos de baja condición social e instrucción académica, como dementes, cautivas o prostitutas, en donde se refleja el verdadero sentimiento de inseguridad de la mujer iraní. A pesar de las trabas estipuladas por la censura del Gobierno (Ershad) y la auto-censura impuesta por ellas mismas, las novelistas y poetisas logran transmitir en sus escritos una gran variedad de sentimientos, sensaciones y situaciones de repletas de contradicciones sociales (pluralidad de vida).
        
Es bien cierto que las escritoras iraníes emigradas o exiliadas gozan de más libertad a la hora de crear obras literarias y pueden lanzar publicaciones escritas de manera auto-biográfica, todo lo contrario que sus homólogas que no han abandonado el país y que se ven sometidas por la censura y l auto-censura. Aun  así el objetivo de estas autoras es la denuncia sutil y sistemática de los problemas comunes a todas las mujeres y la llamada a la participación y al cambio social.
        
Aunque muchas de las creaciones de las artistas iraníes, ya sea a nivel literario como cinematográfico llegan a Occidente, es dentro del hogar iraní donde realmente radica su importancia, ya que pueden alentar a las mujeres para abandonar una personalidad pasiva ante las desigualdades. El cine al ser un MCM (medio de comunicación de masas) público puede llegar no solo a la mujer, sino a un público más extenso. Utilizado como un nuevo medio para expresar, denunciar, manifestar y crear conciencia social acerca de las desigualdades de género.

La Revolución Islámica de Irán trajo consigo la proliferación de la literatura femenina, tal fue su importancia que la producción femenina ha llegado a superior a la de sus homólogos masculinos, convirtiéndose la mujer en la vanguardia de la literatura iraní, no solo como escritoras, sino también como editoras. Es de gran interés conocer la importancia que tienen las producciones de estas escritoras por su alto valor sociológico otorgando a la mujer de Irán un rol totalmente diferente a la visión de mujer pasiva que se tiene en Occidente.
  
El alto índice de mujeres académicas e intelectuales se gestó durante la Revolución; con el derrocamiento de la monarquía de Shah Pahlevi Irán sufrió una fuga de cerebros, que continuó tras el triunfo revolucionario. La falta de intelectuales masculinos abrieron las puertas del conocimiento a las mujeres, las cuales empezaron a ocupar los asientos y mesas de las universidades. La deuda y la pobreza hicieron que Irán cambiara su política, fomentando el papel de la mujer como “agente desarrollo” poniendo fin a algunas restricciones laborales. Teniendo en cuenta la necesidad del país de mano de obra del país y las ganas de las mujeres iraníes en romper las cadenas de sometimiento y desigualdad, y aun teniendo restricciones en la vida política, no es extraño que las mujeres hayan elegido la vía del arte para expresar su lucha.
  
Además ¿Quién sería mejor para exponer la problemática de la mujer que una mujer? Un hombre podría realizar este trabajo, pero no llegaría a plasmar todos los problemas con la misma intensidad como lo haría una mujer. Al ser la mujer el objeto de lucha y liberación, los sentimientos y situaciones que expresarían las escritoras siempre serían de mayor intensidad y veracidad que lo que pudieran escribir sus homónimos masculinos. De ahí el éxito obtenido por las artistas iraníes. Sería una suma entre el alto índice educacional más un conocimiento exhaustivo y de primera mano de la situación de la mujer.
  
El compromiso en la literatura y el cine está ligado al aumento de actividades de otros agentes, como las asociaciones y las organizaciones no gubernamentales que tratan el tema de la mujer.
Las Ongs de mujeres en Irán están aumentan considerablemente y a un ritmo veloz gracias a las nuevas tecnologías que ofrece internet, portales webs y sobre todo weblogs, que están fomentando la cooperación entre grupos de mujeres.

 A pesar de todos los triunfos obtenidos por la mujer iraní, ésta aun tiene problemas para desarrollar su intercomunicación y sobre todo estrechar lazos con grupos extranjeros que puedan ayudarlas incorporando nuevas estrategias para difundir su activismo en el mundo. La interrelación de las mujeres iraníes con grupos extranjeros también va ayudar a cambiar la imagen que Occidente tiene de las mujeres persas, ya sea en su rol como ciudadana y su rol dentro de las tareas cotidianas del hogar. Ya que el número de mujeres que trabajan en educación ha aumentado, algo que está favoreciendo la conciencia feminista. Sólo el futuro podrá decir si los procesos culturales en las que están involucradas las mujeres iraníes tendrán éxito. Creando una movilización social que aporte una solución al problema de la desigualdad de género.


Víctor Navarro