Tumbada sobre una cama, cubierta de sábanas de seda y cojines de
rojo satén, la Odalisca, mirando atentamente al pintor con sus ojos de
tranquilidad, parece disfrutar placenteramente del momento, sin importarle la
idea de que su cuerpo está siendo retratado y que el artista ha llegado a un
espacio que muy pocos pueden llegar a vislumbrar con facilidad y claridad. El
cuerpo de la mujer oriental.
Tapices rojos,
velos casi transparentes, alfombras bordadas con miles de colores, e incluso
una neblina producida por el exótico tabaco del narguile componen el ambiente del cuadro; tal
es la fuerza que despliegan los artistas Románticos en sus obras, que si el
espectador se para a mirarlos atentamente, su cerebro, de manera imaginaria, será
capaz de captar el delicioso aroma de los diferentes almizcles e inciensos que
perfumarían la escena retratada. Un viaje para los sentidos que llenan la
psique del espectador de ilusión y fantasía, creando una visión del
Orientalismo como un mundo exótico, repleto de oasis en el desierto, de
suntuosos palacios, valiosas sedas y joyas en posesión del Sultán y sobre todo;
la idea del Harem mitificado repleto de bellas mujeres que bailan semi-desnudas
al son del Oud y el Qanun mientras agitan de manera sensual sus velos casi
transparentes.
Un claro aspecto
que ha generado este tipo de imaginario en la cabeza de los Occidentales han
sido las numerosas novelas y diversas obras pictóricas realizadas sobre todo en
el periodo Romántico (S.XIX) y que han alimentado el fuego de la fantasía
Occidental con palacios y mundos fantásticos pero al mismo tiempo verosímiles
del mundo Oriental.
La mejor manera de
comprender este movimiento artístico y que más se ajusta al ensayo escrito, es
la definición del escritor y crítico de arte Charles Baudelaire:
“El romanticismo no se halla ni en la elección de los temas ni
en su verdad exacta, sino en el modo de sentir. Para mí, el romanticismo es la
expresión más reciente y actual de la belleza. Y quien dice romanticismo dice
arte moderno, es decir, intimidad, espiritualidad, color y tendencia al
infinito, expresados por todos los medios de los que disponen las artes.”
|
H. Matisse "Odalisca Sentada" |
Si el lector se
detiene para analizar la cita de Baudelaire con atención, podrá encontrar
varias palabras claves para comprender el movimiento artístico y en concreto su
influencia en el mundo Oriental: Las palabras que me gustaría resaltar son: intimidad, espiritualidad, color,
todas ellas serían un claro ejemplo de todo lo que rodea al Orientalismo, pero
además yo quisiera focalizar las palabras verdad
no exacta, pues será muy importante para entender a la perfección la visión
mitificada de los Europeos, (Occidentales) del mundo Oriental.
La visión que
tenemos los ciudadanos occidentales sobre el mundo Oriental y sobre todo en
cuestión de la mujer árabe, puede estar un poco desvirtuada e incluso a veces
puede ser que la visión de realidad no sea al 100% real. A partir del siglo XIX, gracias al trabajo de
los artistas: pintores, escritores, músicos etc. llegó a Occidente la idea
mítica, exótica y sensual del mundo Árabe que seducía a todos aquellos viajeros
europeos que cruzaban el Mediterráneo o las fronteras de Estambul.
Estos artistas vieron en la
mujer oriental un profundo objeto de deseo, un claro ejemplo de la más alta
seducción y sensualidad, un instrumento exótico. Con esta idea, dejo claro que
para los artistas occidentales, la mujer era más un instrumento sexual que
artístico, algo casi prohibido que no se puede acceder fácilmente.
Siguiendo la definición de Baudelaire el Romanticismo
no seguía de manera obligatoria a una realidad, sino que es el acto de los
sentimientos. En este caso, los artistas y fotógrafos, no retrataron a simples
mujeres árabes u orientales, sino que buscaron modelos que se prestaran al trabajo
de manera rápida y sin hacer preguntas, quizás todas ellas fueran
prostitutas que posaron a cambio de unas pocas monedas. Fueron estos arquetipos los que llenaron todos los serrallos del imaginario occidental. Esto fomentó
que en Europa la población pensara que todas las damas orientales fueran exóticas bailarinas de Haren, alienando así su condición.
En la actualidad, desde los medios de comunicación
también recibimos una generalizada y quizás sesgada visión de la mujer
árabe/oriental. Cuando a un Occidental se le pregunta por una mujer árabe es
inevitable pensar en una mujer que está obligada a vestir totalmente cubierta
por un velo desde la cabeza hasta los pies, pero ningún ciudadano
occidental se ha parado a pensar si ellas portan ese velo por obligación
religiosa o devoción. Quizás esta visión de una mujer cubierta de arriba a abajo por velos y capas incida más en un factor social, más que religioso.
Según el Dr. Falzur Rahman “la mujer era el centro
del honor del hombre; la hombría requería que el honor permaneciera inviolable.
Esto significa que la mujer es uno de los puntos débiles del hombre y que tenía
que ser protegido” (la debilidad del hombre en sociedades mayoritariamente
Patriarcales genera una represión hacia la mujer)
Este razonamiento choca directamente contra la
declaración coránica de que el
hombre y la mujer se complementan y son espiritualmente iguales.
Partiendo de la base de que la cultura (cualquiera que
fuese) puede ser cuestionable al 100% ya sea desde la visión Oriental u
Occidental y no debemos olvidar que ninguna tradición cultural puede quitarle el derecho inalienable que tiene la
mujer sobre su identidad, ya sea social o corporal, sobre todo el derecho a su
propio cuerpo, ya que el ser humano a partir de la desnudez permite un rencuentro
con su cuerpo. Una idea que puede chocar con el precepto islámico de la prohibición figurativa del cuerpo de la mujer, ya que es algo íntimo y casi sagrado para así impedir la inviolabilidad del honor.
Cualquiera podría tomar como referencia el cuadro Odalisca: Armonía en rojo de Henri Matisse y visualizar esa mujer desnuda que bien ilustra el pintor galo con otra totalmente cubierta en contraposición y preguntarse así mismo cual de ellos es el más alienante para la mujer ¿Una mujer que sea dueña de su cuerpo, o una mujer que esté prisionera de la idea del honor o del erotismo exótico?
Víctor
Navarro
ORIENTALISM: EXOTIC REPRESENTATION OF THE EASTERN WOMEN
Lying on a
bed, which is covered with silk sheets and cushions on red satin, The odalisque
when watching attentively to the painter seems to enjoy quietly that time,
regardless of the idea that her body is being portrayed and that the artist has
attained to a place that few can people discern easily and clearly. The
oriental woman’s body. Red tapestry, almost transparent veils, carpets
embroidered with thousands of colors, and even a mist in the air produced by
the exotic hookah snuff box. Create the atmosphere of the painting. Such is the
force that romantic artists display in their works, that if the spectator stops
to look at it closely, his/her brain in an imaginary way, will be able to
capture the delicious aroma of incenses and musk’s that would perfum the scene
depicted. A journey for the senses that fills the psyche of the spectator with
illusion and fantasy, creating a vision of Orientalism as an exotic world, full
of oasis in the desert, magnificent palaces valuable, silks and jewels belong
to the Sultan, and, above all, the idea of a mythical Harem, full of beautiful
and scantily clad women dancing to the pleasant sound Oud and Qanun while
waving his almost transparent veils.
A clear issue that has
generated this kind of image in the minds of Westerners has been the numerous
novels and several paintings made primarily in the Romantic period (XIXth
century) and have fuelled the fire of Western fantasy with palaces and fantastic
worlds, but also credible in the Eastern world.
The best way to understand
this artistic movement and that best fits the essay is: The definition of the
writer and art critic Charles Baudelaire.
“Romanticism is not either in the choice of
subjects, nor in exact truth, but in the way of feeling. For me, The
Romanticism is the most recent and current beauty. And who says Romanticism
says modern art too, that is, intimacy, spirituality, color and a tendency to
the infinite, expressed by every means at the disposal of Arts.
|
H. Matisse "Le Genou Levè" |
If the reader stops to
Baudelaire’s discuss carefully comment, he will find several key words to
understand the particular art movement and its influence in the Eastern world:
The Words that I would like to highlight are: intimacy, spirituality, and
colors: all these words would be a clear example of everything that surrounds
Orientalism, but also I would like to focus this sentence “a non exact
truth”, because it will be very important to understand perfectly the
mythical vision of the European people (Western) in the Eastern world.
The vision that Western
citizens have about Eastern world and especially about the Arab women can be a
bit misleading and it may even be sometimes that the vision of reality is not
100% real. Thanks to the work of artists, painters, writers, musicians and so
on came to the West the mythical exotica and sensual idea of the Arab world
which seduced all those European travelers crossing the Mediterranean sea and
the borders of Istanbul.
These artists saw in the
oriental woman in a deep object of desire, a clear example of the highest
seduction and sensuality, an exotic instrument. With this idea, I make it clear
something that for the western artist women were more a sexual tool than an
artistically one.
Following Baudelaire’s
definition of Romanticism it didn’t follow as an obligation to a reality, but
it is the act of feelings. In this case, artist and photographers, didn’t
portray or Arabs simple oriental women but sought to model that lends itself to
work quickly and without any question, perhaps all of those models were
prostitutes who posed in exchange for a few coins. It was those models that
filled all the Harems of the Western imagination. This encouraged all people in
Europe to think that all oriental women were exotic dancers of Harems,
alienating women.
Today, from the media we also
are received a widespread and perhaps biased opinion about Arab/Oriental women.
When a Western person is asked about Arabic women is inevitable to think of a
woman who is forced to dress fully covered by a veil from head to ankles, but
Western citizen has not stopped to think if they wear the veil for religious
obligation or devotion.
According to Dr Falzur Rahman
“Women was the center of the Honor of man manhoof and required the honor to
remain inviolate. This means that women are one of the weaknesses of men and
that it had to be protected” (The weakness of men in patriarchal
societies mainly produces a repression against women)
This reasoning is in conflict
with the Qur’anic statement that men and women complement and are
spiritually equal.
Assuming that culture
(whatever that is) may be questionable and roast at 100% from the Eastern or
Western vision we must not forget that no cultural tradition can take away the
inalienable right that women have about their identity, whether social or
physical, especially the right to her own body, as the human being from nudity
allows a reunion with his/her body.
Víctor Navarro